Para ser una buena madrina hay cinco puntos a tener en cuenta que nos ayudarán a triunfar.
Nunca disfrazarse
Disfrazarse o ponerse un tipo de ropa que no va con nuestra personalidad es nuestro peor enemigo.
Ponerse de acuerdo con la novia
No siempre es fácil, pero seguro que podemos llegar a un acuerdo para que los estilos no sean completamente opuestos. No se trata de ir conjuntadas ni nada parecido. Solo hay que tener en cuenta que si la novia ha elegido un traje muy sencillo no es adecuado elegir el nuestro muy recargado, o al contrario.
Elegir un vestido de madrina adecuado a nuestras características físicas
Tanto si somos altas, bajas, bajas o un poco rellenitas seguro que podemos encontrar algo que disimule ese pequeño defecto. Las tiendas que se dedican a este tipo de cosas están acostumbradas a vender modelos para todos los gustos y tipos de persona.
Aquellas que estéis estupendas recordad que la protagonista es la novia, no hace que despleguéis todo vuestro potencial.
dejarse asesorar por un experto
Como ya he mencionado, las tiendas especializadas en vestidos de novia y vestidos de madrina cuentan con un personal muy cualificado. Está muy bien tener ideas propias, pero si nos dejamos asesorar un poquito será más fácil, rápido y hasta puede que nos ayuden a limar esas pequeñas asperezas que suelen surgir entre los familiares que deciden vestirse en el mismo sitio.
No hay que destacar mucho, la protagonista es la novia
Como manda la tradición, el vestido de madrina debe ser discreto pero elegante. Esto es muy fácil de decir, pero en la práctica es mucho más difícil. Hay que encontrar ese término medio entre algo que siente bien, que no destaque excesivamente y que sea elegante. Hasta aquí todo claro, pero es que el tan socorrido y elegante negro no es una opción. Una boda es una ocasión para celebrar y a las bodas no se va de negro.
Pero también se puede ir elegante de color. Para ello hay que prestar mucha atención a la paleta de colores que mejor se adapte al tono de piel, el color de los ojos y el color de pelo.
Cambiarse el color de pelo para combinar con el vestido de ese día es una opción arriesgada, y puede dar esa sensación que ya hemos comentado antes de ir disfrazada.
un vestido de madrina elegante y adecuado siempre será recordado
A veces la memoria falla, pero ahí están los cientos de cámaras, vídeos y teléfonos móviles para recordarnos que en aquella boda metimos la para hasta el fondo eligiendo una preciosa tela de gasa que nos hacía parecer un helado. O decidimos apostar por la sencillez y nos pasamos.
En este tipo de acontecimientos que para algunos solo pasan una vez en la vida hay que ser conscientes de todo esto. La elección del vestido es un tema delicado que debe pensarse, meditarse y visitar unas cuentas tiendas para tener varias opiniones.