Tres claves para triunfar con las sorpresas para tu boda
Durante muchos años las celebraciones de las bodas españolas fueron completamente previsibles y en pocas de ellas podía verse alguna novedad.
En la actualidad hay muchas innovaciones que pueden ayudarnos a mejorar esta celebración. Es cuestión de mirar opciones y de echarle imaginación. Pero sobre todo, hay que tener muy claro qué es lo que se quiere para ofrecer a tus amigos y familiares en ese día tan especial como es el de tu vida. Una vez con las ideas claras, hay que pasar al siguiente paso que es simplemente organizarlo. Parece simple de decir y complejo de hacer. Dependerá de la magnitud de la sorpresa y de los recursos con los que se cuente para llevarla a cabo.
Hay que arriesgar lo justo
Estás decidida a que tu boda sea diferente, que se convierta en un día para recordar por muchos motivos, pero no por el aburrimiento.
Las posibilidades de añadir sorpresas para tu boda son infinitas, el límite lo pones tú y tu imaginación.
El problema es que en la fiesta habrá muchas otras personas y antes de decidirte por una sorpresa concreta debes considerar si todos van a poder participar en la diversión.
Procura que esa sorpresa pueda abarcar a todos o, al menos, la mayor parte de los asistentes a tu boda. Pregúntate: ¿personas mayores, abuelos, padres, o niños pequeños podrán ser parte de la misma? Aunque los protagonistas sois vosotros los novios, no obstante, el día se recordará con más cariño si los demás miembros pueden sentirse especiales también.
Por otro lado, aunque relacionado con lo anterior, procura que la sorpresa no escandalice y traiga conflictos. Si puede dar a lugar a confusiones, entonces mejor dejarla de lado. Piensa que una boda no es una despedida de soltera, así que nada de seguir ese tipo de juerga tipo boys, desnudos, o con ese tinte. Habrá personas de todas las edades e ideas y no querrás que se sientan incómodos.
Si es una sorpresa para tu boda hay que guardar el secreto
Lo más importante para que las sorpresas para tu boda sigan siendo «sorpresas» es que las conozcan el menor número de personas posible. Si necesitas la complicidad o la ayuda de otras personas asegúrate de que comprenden que parte de la diversión es el misterio o el desconocimiento de la gran mayoría de los invitados. Disfruta este momento de ser tú misma la persona que va a dar una sorpresa a los otros.
Contrata con profesionales
Si la sorpresa que estás planeando implica algún tipo de riesgo es mejor que te dirijas a profesionales cualificados ampliamente recomendados. Recuerda que es un día especial y solo ellos podrán ofrecerte la actividad que estás buscando, minimizando el riesgo de que algo salga mal y se convierta en un recuerdo desagradable de un día que solo debería dejar bonitas estampas para el recuerdo. A veces, pagar un poco más te sale más barato que arriesgarte a vivir un estropicio el día de tu boda.