El velo de novia es uno de los recuerdos más especiales que tendremos de nuestra boda junto con el vestido. Muchas novias deciden guardarlo como recuerdo, sin embargo es importante seguir una serie de recomendaciones para asegurarnos de que se conservará en buen estado.
Comienza por cuidar el velo de novia durante la boda
La mejor forma de conservar el velo en buenas condiciones en tratarlo de forma correcta durante la celebración de la boda. Presta especial cuidado en evitar que se retuerza o se enganche, ya que esto podría desgarrarlo.
Cuidado con las posibles manchas que puedan caerle, ya que algunas son más complicadas de eliminar. Es preferible retirarlo una vez que comience el banquete, ya que es el lugar más propicio para que se ensucie.
Presta atención a la limpieza
Una vez terminada la boda, llega el momento de revisarlo par asegurarnos de que no hay manchas importantes y de que se encuentra en perfecto estado. En el caso de pequeñas manchas de suciedad basta con enjuagarlo en jabón suave. Posteriormente debemos dejarlo secar en sombra, bien extendido de modo que se airee de forma correcta y evitemos la acumulación de humedad.
Si ha quedado un poco arrugado, puedes pasarle la plancha a una temperatura muy suave y prestando especial atención de modo que no quede pegado a la superficie de la plancha.
En el caso de que detectemos que tras estos simples pasoso de limpieza el velo no ha quedad limpio, es preferible optar por llevarlo a sitios de limpieza especializados en los que aplicarán los productos más respetuoso y adecuados, con e fin de dejar el velo tan bonito como el primer día.
Consérvalo en la caja adecuada
Para conservar el velo de novia, no basta con guardarlo en cualquier caja. Ésta debe de tener una serie de características especiales de modo que éste no quede amarillo o pierda la forma. La mejor forma de hacerlo es en una caja de cartón grueso envuelto previamente en varios pliegos de papel de seda incoloro.
Es fundamental que la caja se encuentre en un lugar limpio y seco, donde no le de la luz, y donde pueda estar protegida de la luz y del polvo. Lo ideal es guardarla en un vestidor, ropero o en el canapé de la cama.
Ventílalo cada 6 meses
No olvides sacarlo y revisarlo cada seis meses para asegurarte de que sigue en buen estado y no han aparecido manchas. Esta técnica es muy importante ya que con ello evitamos que aparezcan las arrugas típicas de mantenerlo doblado, y en el caso de aunque aparezcan las temidas manchas amarillas estaremos a tiempo de eliminarlas con éxito. Además le servirá para airearse y evitar que puedan salirle hongos.
Conservar el velo de novia es una bonita forma de recordar un momento tan especial como es el día de la boda. Además, con un poco de suerte puede convertirse en una bonita reliquia familiar que podría pasar de generación en generación.